Echo de menos la lluvia.
Parece mentira que viviendo en Galicia tenga que decir esto, pero llevamos un invierno en el que practicamente sale el sol día tras día.
Y aunque levantarse con el sol entrando por la ventana, y pasar las tardes leyendo mientras se te calientan los huesos es algo increíble, me sigue encantando la lluvia.
Me encanta. Me encanta el sonido de la lluvia. Y estar en cama y oír los neumáticos de los coches sobre el asfalto mojado. Me encanta ir en coche cuando llueve. Y me encantan los chaparrones que dejan el aire, las plantas y las calles super limpios.
Y sé que después lloverá y a los 3 días estaré harta de llegar a todos lados con el pelo alborotado por la humedad, y de calarme las piernas porque el agua se filtra a través de los vaqueros.
Pero ahora mismo, echo de menos la lluvia.
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