Cuando el señor Dickens escribió eso, creo que sin duda estaba en la misma situación que yo ahora.
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.
Está siendo un año extraño.
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